En plena pandemia, los habitantes de Altos de la Estancia, un barrio informal en la localidad de Ciudad Bolivar, al sur de Bogotá, han vivido entre constantes desalojos. En una de las casas vive la familia de Floralba que suma 14 personas, entre ellos dos adultos mayores, cinco menores de edad y una mujer gestante. Todos en constante riesgo de ser desalojados por la Alcaldía de Bogotá.
La explicación de la Alcaldía es que son "ocupaciones ilegales" y que están sacando a las personas de allí para "salvaguardar la vida de las familias que ocuparon irregularmente este sector", catalogado de alto riesgo de deslizamiento y desprendimiento de roca.
Las casas no cuentan con alcantarillado. El agua la recogen a través de tubos y tanques y la luz es de algunos postes cercanos. Entre todos reúnen dinero para poder comer y han tenido algunas ayudas de para alimentación. "Es muy difícil ver cómo acaban con lo poco que uno tiene", cuenta Floralba sobre los desalojos que han vivido durante el 2020.
Paola, es otra de las habitante de esta zona. Hace unos meses, en otro intento de desalojo, le intentaron tumbar la casa, según cuenta, con ella adentro porque se resistía a tener que desocupar. Para ese entonces, tenía 5 meses de embarazo y le quemaron parte de la cara con gases lacrimógenos. Le pregunto a Paola qué le diría a quienes los critican por vivir en un barrio de invasión. Me dice: "vivir acá no significa que uno sea pobre. Yo también trabajaba pero estamos acá porque queremos tener una vivienda digna. Hay gente que tiene dinero y puede fácilmente comprar una casa. Nosotros no. Aquí sentimos que de alguna manera estamos seguros, la mayoría de gente nos distingue", cuenta.